LANGOSTINO: El cuidado de la calidad de las capturas es responsabilidad de toda la tripulación nacional

Es por todos conocido que por su importancia económica, la pesquería de langostino es una de las más codiciadas. El CEO de Arbumasa destacó que la empresa hace cumplir la normativa que fija un tope a los kilogramos por cajón, y en ese sentido afirmó que “somos estrictos: el que trae más langostino de la cuenta y la empresa resulta penalizada, la penalización se la traslado a los capitanes”. Celebramos la determinación empresaria y alentamos a que la replique el resto, aunque quede una incógnita: si el capitán no percibe mayor ganancia por superar ese tope, ¿por qué lo haría?





La política empresaria, en general consiste en traer las bodegas llenas y del mejor ejemplar.

Los capitanes y tripulaciones de pesca no somos ajenos a esta codicia, que muchas veces despierta comportamientos que no concuerdan con las buenas prácticas de la pesca. Se sabe que el langostino estibado en cajones de más de 18 kilos sufre aplastamiento, con la consecuente pérdida de calidad, y así lo ha normado tanto provincia como Nación. Y si un buque lleva a puerto más langostino en sus bodegas de lo que tiene permitido, es pasible de ser sancionado.

Días atrás, el CEO de Arbumasa, Pedro Gordillo se expresó en ese sentido, destacando que la empresa que representa hace cumplir con creces la normativa, y recordó un episodio del año pasado cuando “dos barcos estuvieron parados en puerto 15 días por traer más langostino de lo permitido”, y para evitarlo dijo: “somos estrictos: el que trae más langostino de la cuenta y la empresa resulta penalizada, la penalización se la traslado a los capitanes”. Es dable decir que lo capitanes no aumentan su ganancia por traer más kilogramos de lo autorizado, lo mismo ocurre con lo que se descarta, entonces queda la incógnita: ¿por qué motivo traería más kilos de langostino el capitán?

La calidad de la captura debe ser tenida en cuenta por el Capitán del buque como responsable de toda la carga, y también por la totalidad del personal de a bordo, de cuidar y defender esa calidad, pues de esa captura todos tenemos participación. No sería el capitán el único responsable, y en consecuencia no debería ser el único sancionado. La obediencia debida ha sido abolida, y cuidar el recurso es obligación de todos. Además, la suspensión del buque a la pesca nos perjudica a todos, incluso a los potenciales trabajadores en carácter de relevo.

Celebramos la firmeza con que Arbumasa aborda esta temática, y alentamos a que el resto de las empresas pesqueras adopten esta política.







20/08/2019






 
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Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca